Tristemente, el embarazo adolescente a menudo es el resultado de una relación impropia (la relación de una persona menor de edad con una persona mínimo 5 años mayor – en el caso de menores de 15 años – o 7 años mayor – en el caso de jóvenes de 15-17 años).
En esas relaciones, las niñas generalmente no eligen estar con la persona mayor. Lo hacen porque la familia lo quiere, porque la persona mayor tiene poder sobre ellas, o por las ventajas materiales que la familia espera obtener a cambio.
Como las relaciones impropias son ilegales en Costa Rica, en muchos casos la joven ya no puede ver a sus amigas de antes, incluso a sus familiares, y no se le permite ir a clases donde compañeros o profesores podrían denunciar la situación. Poco a poco, su mundo se reduce a la casa. El embarazo prematuro es a menudo el fin de la esperanza para un futuro mejor. Para la joven y su bebé.
Y es que no sólo es un asunto de oportunidad de estudiar. “Las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de muerte en niñas adolescentes”, asevera el Fondo para la Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en su sitio web.