En el año 2000, cada día nacieron 21 bebés cuyo mamá tenía entre 10 y 17 años. 2 de cada 1000 muchachas en este grupo etario se volvió mamá ese año. En el año 2019, ya eran ‘tan solo’ 11 por día, por un total de todavía 4019 bebés. La mayoría de las jóvenes mamás dejan de asistir a clases para cuidar a sus bebés.

(Gráfico propio con base en datos INEC)

Tristemente, el embarazo adolescente a menudo es el resultado de una relación impropia (la relación de una persona menor de edad con una persona mínimo 5 años mayor – en el caso de menores de 15 años – o 7 años mayor – en el caso de jóvenes de 15-17 años).

En esas relaciones, las niñas generalmente no eligen estar con la persona mayor. Lo hacen porque la familia lo quiere, porque la persona mayor tiene poder sobre ellas, o por las ventajas materiales que la familia espera obtener a cambio.

Como las relaciones impropias son ilegales en Costa Rica, en muchos casos la joven ya no puede ver a sus amigas de antes, incluso a sus familiares, y no se le permite ir a clases donde compañeros o profesores podrían denunciar la situación. Poco a poco, su mundo se reduce a la casa. El embarazo prematuro es a menudo el fin de la esperanza para un futuro mejor. Para la joven y su bebé.

Y es que no sólo es un asunto de oportunidad de estudiar. “Las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de muerte en niñas adolescentes”, asevera el Fondo para la Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en su sitio web.

¿Qué hacemos?

Articulamos esfuerzos para disminuir los embarazos en población adolescente menor de edad, con el fin de romper ciclos de pobreza y potenciar el desarrollo y crecimiento de las adolescentes, y disminuir las limitaciones y situaciones de inequidad sufridas por las adolescentes madres.

⦁ Campañas:

⦁ Campaña de posters en redes sociales, para romper mitos sexuales. 

⦁ Junto con influencers locales desarrollamos una campaña en la cual los jóvenes influencers ‘cuidaban un bebé’ durante una semana, para luego contar en YouTube sus experiencias e instar a los jóvenes a esperar con ser papás hasta ser mayor de edad y haber terminado los estudios.

⦁ Incidencia:

⦁ Donde y cuando podemos, insistimos en el riesgo del embarazo adolescente como factor de exclusión educativa y limitante para salir del círculo de pobreza.
Artículo “Las niñas invisibles”, a raíz del Día de la Niña, en el periódico nacional “La Nación” – sobre el tema de las relaciones impropias.

⦁ Ayuda puntual:

⦁ Incitamos a muchachas embarazadas a seguir con sus estudios, y les explicamos los diferentes tipos de apoyo a los que tienen derecho.