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ESTAMOS
Tejiendo Sueños y
Haciendo de las Metas
una Realidad.
La Fundación Tejedores de Sueños es una iniciativa privada nacida en 2010 que pretende ayudar a jóvenes de familias necesitadas para que puedan estudiar, contribuyendo con una parte de los gastos que implica su asistencia a clases.
Es nuestra convicción que el ciclo de pobreza, puede romperse, exitosamente, por medio de la educación, pues de esa manera los jóvenes tienen las herramientas necesarias para “tejer sus sueños”, para hacer realidad sus metas.
«El ciclo de pobreza solamente puede romperse de forma exitosa por medio de la educación»
NOTICIAS
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Coles de Guanacaste combaten la exclusión estudiantil con bicicletas
Por César Arroyo
Foto: Dunkan Harley
A las 3 a. m. Marisel Díaz ya está despierta. Se levanta mucho antes del amanecer para llegar a tiempo desde su casa, en Platanillo de Concepción de Nicoya, hasta el Colegio Técnico Profesional (CTP) de Nicoya, donde cursa el noveno año.
Desayuna un gallo pinto que ella misma prepara a las 3:40 a. m. y sale de su casa media hora después con la camisa del colegio metida en el bulto para no sudarla. Le esperan seis kilómetros en bicicleta para llegar a Maquenco, sobre la carretera hacia playa Sámara, donde debe tomar la buseta de estudiantes a las 6 a. m.
Hacer este trayecto a pie le tomaría más o menos dos horas, si no tuviera la bicicleta.
A finales de setiembre, cinco colegios ubicados en Carrillo, Liberia, Cañas y Nicoya recibieron 117 bicicletas para entregarlas a estudiantes que deben recorrer grandes distancias para llegar a las aulas. Marisel es una de las beneficiarias.
Soñar en bici
Hace 11 años la Fundación Tejedores de Sueños inició operaciones con un proyecto para luchar contra la exclusión estudiantil: entregaban de 10 a 12 becas anuales a estudiantes de secundaria. Actualmente becan a 150 estudiantes en todo el país.
«Pero desde hace algunos años para acá, sentimos que la labor de las becas no era suficiente como para generar un impacto en el país”, comenta el presidente de la junta administrativa de la fundación, Fernando Mayorga.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) apoyó a la fundación en la selección de los centros educativos. “Les solicitamos recomendaciones de los colegios de acuerdo con los índices y la cantidad de estudiantes excluidos que muestran las estadísticas”, explica Mayorga.
Posteriormente, un equipo de docentes de cada colegio recomendó a los estudiantes beneficiarios tomando en cuenta la distancia de sus casas con los centros educativos y sus condiciones socioeconómicas.
Cada vez que el colegio le da una bicicleta, la persona encargada debe firmar un convenio de préstamo para que la familia y el estudiante sean responsables de su cuidado.
Para contribuir con la seguridad e incluso el mantenimiento de las bicis, entidades como el Instituto Nacional de Seguros (INS) y el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) se aliaron al proyecto y contribuyeron con equipos de protección como cascos, infladores y cadenas de seguridad.
Parte de ese kit incluye un foco, con el cual Marisel alumbra el camino cuando todavía está oscuro. Baja las cuestas despacio porque teme caerse, pero no le molesta tardar unos minutos más hasta llegar hasta Maquenco.
A las 5:30 a. m. llega a casa de una amiga de la familia donde deja la bici guardada para que se la cuiden hasta que regrese. Ahí la buseta estudiantil la recoge y la dejará al final de la tarde.
Pedalear contra la exclusión
Para estudiantes de las zonas rurales como Marisel los efectos de la pandemia han tenido consecuencias graves en la calidad de su educación.
Según el último Informe del Estado de la Educación, durante el 2020 solo el 13% de las lecciones fueron en las aulas, lo que representa la suspensión de las clases presenciales más larga de la historia reciente de Costa Rica.
El 87% restante se desarrollaron de manera remota. De acuerdo con el MEP, cerca de 535.000 estudiantes no tuvieron condiciones adecuadas de conectividad y acceso a recursos tecnológicos durante la pandemia.
Esa realidad evidenció las carencias de la educación en la ruralidad, sobre todo las comunidades dispersas que experimentan una brecha digital aún más profunda.
Marisel no tiene computadora ni internet en su casa. Para hacer las tareas, se conecta a internet con los datos móviles de su celular, el mismo con el que escucha la banda BTS durante todo el trayecto hasta llegar al cole a las 7 a. m.
«Cuando no tenía la bici bajaba en carro con un primo, pero no todo el tiempo. A veces me tocaba caminar, salía como a las tres y media para ir ‘al suave’”, recuerda Marisel.
El Informe del Estado de la Educación también señala que el 35% de los estudiantes de la Región Chorotega, de entre 5 y 18 años, solo tiene conexión a internet por medio de su celular.
La pandemia y el rezago educativo que dejó recetó muchos retos a los cuales enfrentarse, por eso el director del CTP de Nicoya Wilbert Ugarte agradece cada uno de los aportes que reciben.
«Como institución uno alaba y agradece toda ayuda, creo que todo suma. Hay casos donde esta bicicleta hace la diferencia, genera motivación y apuntamos a eso”, opina el director.
Combatir la exclusión con bicicletas no es una propuesta nueva. La organización World Bicycle Relief lleva 15 años trabajando bajo esta misma idea en países de África, Asia y recientemente en América Latina.
Crearon el Programa de Bicicletas para el Empoderamiento Educativo (BEEP, por sus siglas en inglés) que se puso en marcha por primera vez en Zambia en el 2009 en colaboración con el ministerio de educación de ese país. El BEEP brinda bicicletas a estudiantes, profesores y voluntarios escolares para mejorar el acceso a la educación.
En sus investigaciones, World Bicycle Relief ha concluido que con una bicicleta, el tiempo de desplazamiento de un estudiante puede reducirse hasta en un 75%, la asistencia a clases aumenta un 28% y que las estudiantes con bicicleta tienen un 19% menos de probabilidad de abandonar sus estudios que quienes no la tienen.
Mayorga, de Tejedores de Sueños, suma a esos beneficios la promoción de estilos de vida saludables como el ejercicio y que es una solución amigable con el ambiente. Pero sobre todo, una apuesta para mejorar la calidad de vida de los estudiantes de la provincia.
«Que estos jóvenes concluyan su educación secundaria va a significar un cambio sustancial en sus vidas y las de sus familias. Las personas que terminan la secundaria tienen acceso a mejores puestos de trabajo, a mejores salarios y mejores oportunidades”, agrega.
Una apuesta para permanecer
Después de salir de clases Marisel recoge su bicicleta en Maquenco para continuar su viaje de regreso a casa. A las 5:30 p. m. baja de la bicicleta y empieza a empujarla por las ‘trepadas’ que recorrió rodada por la mañana.
Se dormirá a las 7 p. m. para descansar lo suficiente: aunque mañana no tiene clases, igual se levantará a las 3 a. m. para prepararle el desayuno a sus hermanos antes de que se vayan a trabajar.
Cuando crezca quiere ser contadora, conseguir un trabajo, tener hijos y contarles lo que le han costado las cosas.
“No todo lo que tengo me lo han dado, me ha tocado ganármelo poco a poco”, dirá luego por teléfono como quien aún tiene mucho que lograr.
Si querés apoyar Al Cole en Bici podés hacerlo de las siguientes maneras:
Sinpe Móvil: 8440-0303
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FUENTE: vozdeguanacaste.com
Proyecto entregará más de 500 bicicletas para que alumnos puedan asistir a clases
10 septiembre 21
Por: Fernando Muñoz
La segunda fase del proyecto “Al Cole en Bici” entregará más de 500 bicicletas para que los estudiantes puedan asistir a clases en colegios ubicados en zonas rurales de todas las provincias del país.
La nueva entrega de bicicletas iniciará el próximo 14 de setiembre en comunidades de Paquera y Puntarenas, y posteriormente se extenderá a otras localidades de Guanacaste, el Pacífico Sur y la Zona Norte del país.
Fernando Mayorga, presidente de la Fundación Tejedores de Sueños, dijo que la iniciativa pretende evitar que aumente la exclusión estudiantil en el país.
Adicionalmente, Mayorga comentó que el proyecto se extenderá a otras localidades del territorio nacional, hasta llegar a la meta de 1000 bicicletas entregadas al Ministerio de Educación Pública (MEP).
Cada bicicleta tiene un valor promedio de $140. Estos vehículos de dos ruedas se mantienen en resguardo del MEP y la institución los presta a los alumnos que los requieran, de forma que sean múltiples estudiantes lo que se beneficien de esta iniciativa.
502 colegiales de todo el país irán «al cole en bici» gracias a Fundación Tejedores de Sueños
11 septiembre, 2021
- Proyecto es iniciativa de la Fundación Tejedores de Sueños con apoyo del MEP, INS y COSEVI
Redacción- La segunda etapa del proyecto Al Cole en Bici, creado por la Fundación Tejedores de Sueños, beneficiará a 502 colegiales de zonas rurales de todas las provincias del país, arrancará el próximo 14 de setiembre, en Paquera.
La iniciativa, que desde el inicio cuenta con el apoyo de la Unidad para la Permanencia, Reincorporación y Éxito Educativo (UPRE) del MEP, el Instituto Nacional de Seguros (INS) y el Consejo de Seguridad Vial (COSEVI), ya había favorecido a 250 estudiantes durante la primera etapa y la meta final son 1.000.
La próxima entrega de las bicicletas montañeras con sus respectivos implementos, cuyo valor es de $140 cada una, se hará a partir del próximo 14 de setiembre en las comunidades de Paquera, donde se entregarán 12 unidades y una cantidad igual en Puntarenas. Posteriormente, se realizarán otras giras más adelante en lo que resta de setiembre y octubre.
“Al cole en bici es un proyecto con alcance nacional de la Fundación Tejedores de Sueños y se ha convertido en la mejor muestra de la lucha que realizamos contra la exclusión estudiantil, en este caso mediante la promoción de una movilidad sostenible y amigable con el ambiente”, explicó Fernando Mayorga, presidente de la Fundación Tejedores de Sueños.
Vale recalcar que al igual que en la primera etapa, estas bicis se donan a los centros educativos, quienes las prestan a los estudiantes, con el fin de beneficiar a la mayor cantidad de jóvenes posible. Una vez que el colegial deja de usar la bicicleta debe devolverla al colegio para que pueda ser utilizada por otro estudiante.
En las próximas seis semanas se han programado giras de entrega a Nicoya, Carrillo, Liberia, Cañas, Osa, Puerto Jiménez, Coto, Corredores, Coto Brus, San Mateo, San Ramón, Pital, Aguas Zarcas, Guatuso, Guápiles, La Rita, Limón, Siquirres, Matina, Los Santos y Desamparados.